Momento crítico
Imagina que caminas a obscuras. Deambulas, encuentras un camino, vuelves a perderte y tus pies se adaptan a nuevos terrenos. La obscuridad es tan densa que, aunque uses todos tus sentidos, tropiezas con todo frente a ti. Necesitas un norte y una respuesta ahora, pero solo puedes descubrir tu orientación sobre la marcha. Sabes que estás en un momento crítico cuando se amenazan las cosas que dabas por sentado y sientes que el tiempo te exige tomar decisiones rápidas. Intentas dar sentido a lo que sucede mientras está ocurriendo. De alguna forma, muchos eventos se acumularon sin darte cuenta. En otras palabras, los momentos críticos son imprevisibles, espontáneos, implícitos y exigen que acciones. Lo que sea que decidas, o incluso si no haces nada, será significativo para los próximos minutos o el resto de tu vida.
Psicoterapia: Un proceso humano
Si buscas ayuda psicoterapéutica en un momento crítico, probablemente le preguntarás al psicoterapeuta: ¿qué se supone que haga? o ¿hay una técnica para dejar de sentirme así? El psicólogo no te dará respuestas claras, pues no te conoce. Incluso conociéndote bien, nunca sabrá con exactitud qué dirás a continuación y o cuáles serán sus reacciones a lo que dices. Pronto te darás cuenta de que la psicoterapia tiene estructura, pero está llena de vaguedad, malentendidos, repeticiones, incertidumbre e improvisación. La psicoterapia puede ser tan incómodo para ti como para tu terapeuta.
Quizás imaginabas a un psicólogo con mucha experiencia de vida, conocimientos y discernimiento de la realidad. No encontrarás a un sabio anciano de barba canosa, túnica, bastón y que habla en prosa. Es normal que tengas ideales del proceso en el cual depositas tu esperanza. Sin embargo, los psicoterapeutas son tan humanos como tú. Ambos aprenderán a crear su propio estilo y ritmo de progresar.
No necesitas que te eduquen
Es importante que tu psicoterapeuta sienta contigo la incomodidad de no tener repuestas. Si asume lo que te pasa, podrá desviar el flujo interpersonal para educarte con su repertorio de técnicas y conocimientos científicos; distanciándose de lo que sientes y tratándote como una teoría y no como una persona.
Es posible que seas consciente de lo que sientes y tengas idea de lo que deberías hacer. Sin embargo, si todo fuera cuestión de lógica, las respuestas serían simplonas: haz dieta ante la mala alimentación, crea límites ante relaciones dañinas, relájate ante la ansiedad, expresarte ante el silencio, organiza tu tiempo ante la postergación, no pienses tanto ante la obsesión... Entender y explicar verbalmente las cosas no es suficiente.
Lo que estás buscando va más allá de una simple solución que puedes encontrar en un libro de autoayuda. Querer adquirir experiencias solo con información racional es como querer quitarse el hambre solo leyendo un menú de restaurante. Para cambiar es necesario vivir una experiencia rica en sentimientos y acciones con personas reales.
El cambio es un proceso
Los cambios no ocurrirán de inmediato con una interpretación mágica o cinco simples pasos. El cambio es como escuchar tu canción favorita. No extraerás el aprendizaje de la canción más rápido solo leyendo la letra. No sentirás los matices fluctuantes si la escuchas apresuradamente mientras haces otra cosa. No sentirás el contexto emocional si la escuchas desde la mitad. No apreciarás lo escuchado hasta el cierre. La música, al igual que la vida, no se trata de entender a cada significado de inmediato. Es una experiencia que se revela con el tiempo cuando nos permitimos que cada nota y cada pausa nos envuelva. A veces buscamos soluciones rápidas; un conocimiento y o una acción que mejore las cosas. El cambio surge escuchando una y otra vez la melodía de la vida hasta descubrir nuevos matices.
Un ejemplo similar ocurre con los olores. Al exponerte a diferentes olores, el cerebro no solo reconoce cada aroma por separado, sino que los entrelaza, modifica y ajusta continuamente. Olfatear una manzana activará un patrón en tu cerebro. Luego, al oler unas verduras, ese patrón se activa e integra el nuevo estimulo. Si olfateas unas especias desagradables, los patrones de la manzana y los de las verduras serán reactivados y modificados con las nuevas sensaciones. Así, nuestras memorias y reacciones son la suma de millones de modificaciones en capas. Es sencillo diferenciar una manzana de unas verduras o de unas especias, pero es más complicado discernir la realidad cuando tenemos un pasado o un presente conflictivo de rechazos, abusos y maltratos. A veces el cambio surge recordando manzanas y verduras olvidadas, reconociendo que no todo eran especias desagradables.
Es necesario revivir tendencias emocionales y viejas creencias, pero desde un nuevo presente de aceptación, confrontación, exploración y cuidado. Lo que buscas no es una respuesta técnica, sino una experiencia genuina y coherente con tu proceso.
Momento de encuentro
Para encontrar respuestas será necesario que tú y tu psicoterapeuta alcancen un nivel emocional y mental similar. Deben encontrarse en un territorio común donde las palabras no siempre sean necesarias, pues sientes que alguien te entiende y camina a tu lado. Esta sincronía, comúnmente llamada “vibra”, transforma las palabras en profundas vivencias. La mirada empática a tu pasado te recordará momentos que te enseñaron lo que hoy valoras y que hiciste lo mejor que pudiste. La mirada empática sobre tu presente te señalará la posibilidad de consolidar tus virtudes y cambiar tus faltas. La mirada empática sobre el futuro mirará con compasión tus aspiraciones más genuinas con esperanza. Verte a través de los ojos de otra persona trae sorpresas que desatan y encienden el deseo voluntario para cambiar.
Cada fallo, acierto, reparación y elaboración es progreso; incluso cuando no notes los cambios inmediatos. La sincronía es la condición necesaria que ara la tierra antes de sembrar cualquier semilla. Sembrar semillas es solo el principio, hace falta luego regar la planta, fertilizarla, controlar las malezas y las plagas y luego cosechar. Ve con calma y constancia, tendrás compañía siempre.
Elvis Candelaria Sánchez
Referencias
Stern, D. N. (2017). El Momento Presente: En psicoterapia y la vida cotidiana. Editorial Cuatro Vientos.